domingo, 7 de octubre de 2018

Danza Bollywood: alegría y color en movimiento

Escribe Khayma Theodorakis - Bailarina y profesora de Danza Bollywood para alumnas principiantes y avanzadas en Ganesha · Centro de Bienestar.

¿Qué es Bollywood?
Bollywood es el nombre informal de la industria cinematográfica india ubicada en Bombay, proviene de un juego de palabras entre Bombay y Hollywood. El pueblo indio ha gustado y cultivado siempre las artes teatrales, música y danza, así que muchas películas incluyen números musicales con coreografías que toman como base las danzas clásicas como Barathanatyam, Odissi o Kathak, o danzas folklóricas de varias partes del país e incluso números más modernos, más del gusto occidental.
Es una danza que reúne posiciones de manos y cuerpo poéticas y sensuales y cada postura busca que te sientas a gusto contigo misma, a la vez mezcla danza árabe, clásicas, ritmos hip-hop y funk. Ideal para quemar calorías, mejora la coordinación de los movimientos, tonifica, y lo más importante:  mejora tu capacidad de expresión corporal porque no sólo se baila música sino que tratamos también de representar lo que cuenta la letra de la canción. 


Nuestras alumnas opinan
" <¿Por qué bailas Bollywood?> es la pregunta que muchas veces me han hecho mis amigos y es verdad que para quien aún no la conoce puede resultar una danza algo exótica. Como siempre a este tipo de cosas se llega por casualidad, sientes interés por la cultura india y un día pasas a probar, descubres que la música te llena de energía, que constituye un reto y a veces no aciertas un paso, otras te sale todo a la primera, haces ejercicio, teatro, a veces es sensual y coqueto, otras super moderno y alocado.
En resumen: sales con una gran sonrisa. Por supuesto que esto también es válido para cualquier otro tipo de danza o incluso disciplinas de fitness pero aquí también he encontrado amigos con quien compartir momentos geniales en clase, actuaciones solidarias y muchas risas."
(M. - Alumna de Bollywood en Ganesha centro de Bienestar)

jueves, 13 de septiembre de 2018

Ganesha, la luna, y nuestras intenciones


Escribe Melina D., profesora de Yoga en Ganesha · Centro de Bienestar.

GANESH CHATURTHI

Hoy comienza en India la celebración ‘Ganesh Chaturthi’, un festival que rinde culto al dios Ganesha.

Este año 2018, la fecha de inicio de esta festividad se sitúa justo cuatro días después desde el inicio de la luna nueva de este pasado 9 de Septiembre, de ahí el término ‘Chaturthi’, que hace referencia a esta fase lunar.

De este modo, cada año ‘Ganesh Chaturthi’  va moviéndose por nuestro calendario gregoriano en función del mes hindú Bhaadrapada, que comprende para nosotros desde el 23 de agosto al 22 de septiembre.

Este festival dura generalmente diez días, y a lo largo de ellos se venera la imagen y el simbolismo de Ganesha a través de ceremonias rituales, oraciones y ofrendas.

El último día y como culminación de los festejos, todas las imágenes o figuras de esta deidad que han sido adoradas, se sumergen en el mar o río, se dice que como simbolismo de limpieza y liberación de todos los obstáculos que pudieran sufrir sus devotos.

LUNAS


La luna nueva representa un inicio de ciclo, un nuevo período para sembrar nuestras más profundas y sinceras intenciones, aquellas sobre las que trabajaremos en pos de nuestra evolución espiritual, del despertar de nuestra conciencia.

Este ciclo lunar se da cuando dicho satélite en cuestión se sitúa entre la Tierra y el Sol, con lo cual su cara luminosa no puede ser vista desde nuestro planeta. De ahí que no seamos capaces de distinguirla en el cielo durante los días que dura su fase (7, aproximadamente). Es en esa oscuridad donde algo nuevo se prepara para surgir. Como la oscuridad bajo la tierra, donde comienza la siembra y la gestación de las semillas.

La luna creciente nos mueve  a trabajar con entrega sobre esas intenciones sembradas durante la luna nueva. Compromiso y ACCIÓN, pueden ser dos palabras que resuenen con la energía de este ciclo lunar.

La luna llena, por su parte, es manifestación. Se encuentra en su fase cúlmine trayéndonos luz y claridad, y un extra de creatividad y energía. Es el momento de trabajar tenazmente en pos de nuestra intención, para manifestarla: ver crecer los frutos de la semilla sembrada durante la luna nueva.

GANESHA


El atributo más sabido de esta deidad con cabeza de elefante es su capacidad para remover los obstáculos que se presentan a lo largo del camino de la evolución interior. Es por esto que se suele implorar su gracia al embarcarse en cualquier propósito en el que se desee tener éxito.

No es simple coincidencia que la veneración de una imagen como la de Ganesha se inicie en un período de luna nueva, atraviese la fase de luna creciente para concluir muy cerca de la luna llena; no lo es teniendo en cuenta el paralelismo entre su simbolismo y el de las fases lunares.

Podemos aprovechar entonces este período para trabajar honestamente sobre nuestras intenciones*, aprovechando la energía de la luna que nos predispone mental y emocionalmente para ello.

Y abrigando en nuestro corazón la dulce alegoría de esta deidad, como recordatorio de las virtudes ya disponible que yacen dentro de nosotras/os y que hemos de potenciar: la perseverancia y la confianza en una misma, como fundamentos de nuestro trabajo interior.

*(Ver entrada en el blog sobre Sankalpa & la fuerza de la intención: https://bienestarcuerpoymente.blogspot.com/2018/09/sankalpa-la-fuerza-de-la-intencion.html)

Sankalpa & la fuerza de la intención



Escribe Melina D., profesora de Yoga en Ganesha · Centro de Bienestar.

‘Sankalpa’ es una de esas palabras que, cuando descubrí su significado, su eco resonó en mí. Supe que sería una de las herramientas que, siempre a mi alcance, apoyaría mi trabajo personal con las intenciones.

¿Qué es ‘Sankalpa’?

Su origen es sánscrito (lengua clásica de la India) y a fin de traducir su significado podemos esbozar términos como: determinación, intención, decisión, resolución, decreto… y un extenso etcétera.

Tengo más afinidad con uno de ellos: INTENCIÓN.

¿Qué es una intención?

El gran psicólogo y maestro Wayne W. Dyer, en su libro “El poder de la Intención”, define la Intención de la siguiente forma:

“Imagínate una fuerza que está en todas partes. No hay sitio alguno en el que no esté. No se puede dividir y está presente en todo cuánto ves y tocas. Extiende tu conciencia de este campo infinito de energía hasta más allá del mundo de la forma y los límites. Esta infinita fuerza invisible está en todos lados, tanto en lo físico como en lo no físico. Tu cuerpo físico forma parte de la totalidad que emana de esa energía. En el momento de la concepción, la intención pone en marcha la forma física que adoptarás y el desarrollo del proceso de crecimiento y de envejecimiento. También pone en marcha los aspectos no físicos, como las emociones, los pensamientos y la forma de ser. En este caso, la intención es el potencial infinito que activa tu aparición física y no física sobre la tierra.”

Él se refiere a la INTENCIÓN como una fuerza omnipresente de la cual emana todo, incluidos nosotros. Esta definición nos trae un mensaje tácito que nos invita a creer que todos estamos aquí con un propósito. El propósito, la INTENCIÓN es la fuerza que nos ha traído hasta aquí, desde y para la cual nuestra vida y nuestra forma se han manifestado.

¿Cómo manifestar mi Intención?

 Empezar por declararla. Luego trabajarla.

El primer paso para concretar nuestras intenciones, es hacernos conocedores de nuestras necesidades más profundas, como seres en constantes procesos de cambios, internos y externos.

Cuando hemos  de averiguar lo que nuestra alma necesita para evolucionar, sabremos definir con honestidad nuestras intenciones sobre las cuales vamos a TRABAJAR.

De hecho, ese conocimiento profundo de nosotrx mismxs será, en los momentos de mayor oscuridad, el faro que iluminará nuestro camino hacia la manifestación de nuestra intención.

EL TRABAJO

Como diría la astróloga María Pineda, “los sueños no se cumplen, se trabajan”

Vuelvo a citar textualmente la obra de Dyer, y en esta ocasión para mencionar los cuatro pasos que él establece en el camino hacia nuestra intención:

1.       LA DISCIPLINA.

Entrenar al cuerpo para que actúe como lo desean tus pensamientos. Para eso, eliminar la identificación del ego no significa desconectarte de la relación con tu cuerpo, sino entrenarlo para activar esos deseos. Se consigue con práctica, ejercicio, hábitos saludables, comida sana, etcétera.



2.       LA SABIDURÍA.

La sabiduría combinada con la disciplina fomenta tu capacidad para centrarte y tener paciencia a medida que armonizas tus pensamientos, tu intelecto y tus sentimientos con el trabajo de tu cuerpo.



3.       EL AMOR.

 Tras disciplinar el cuerpo con la sabiduría y estudiar intelectualmente una tarea, este proceso de maestría supone amar lo que haces y hacer lo que amas.

En este punto, el autor quizá nos quiera transmitir la necesidad de que nuestra intención esté alineada con las necesidades profundas del alma, que supongan un trabajo de mejora interna para encauzar nuestras acciones hacia nuestro Dharma (aquello que nos hace únicos, y que por tanto hemos venido a compartir con el mundo).

4.       LA ENTREGA.

Ese es el lugar de la Intención. Aquí es donde tu cuerpo y tu mente no llevan la batuta y te aproximas a la (energía de la) Intención. (…) Te relajas (…) y te dejas llevar por la misma fuerza que transforma las bellotas en árboles, las flores en frutos y unos puntitos microscópicos en seres humanos. (…) Cuando te entregas, te iluminas y puedes consultar a tu alma infinita. Entonces puedes acceder a la fuerza de la intención, que te llevará a donde crees que estás destinado a llegar.

Confiar. En que esa vinculación de nuestra Intención con nuestro Dharma, estará siendo respaldada por la misma Intención universal que ha creado todo cuando nos rodea.


NO SABEMOS SI EL CAMINO SERÁ FÁCIL.

PERO LA RECOMPENSA SERÁ GRANDE.

En definitiva, el trabajo con las intenciones también va de la mano con un trabajo de auto-sinceramiento, auto-conocimiento, y auto-compromiso. Es un trabajo dedicación y paciencia. El propio aprendizaje siempre será el más gratificante logro.

miércoles, 4 de julio de 2018

Danza Oriental: un bálsamo para cuerpo, mente y alma


Escribe Mery Meryem, Profesora de Danza Oriental y Danza Infantil en Ganesha Centro de Bienestar

La danza oriental es un medio idóneo para propiciar la unidad entre el cuerpo y el espíritu, y como vía de exaltación de la parte femenina.    

 Es aquí donde reside su diferencia respecto a otras danzas, y de donde radica su simbolismo como máxima expresión de la divinidad femenina.

v  Características de la danza:  

La danza oriental está basada en la idea de continuidad, de fluidez. Es por ello que predominan los movimientos suaves y ondulatorios, combinados con vibraciones cortas y rápidas o bien más grandes y marcadas. Es un baile en el que participa todo el cuerpo, aunque la mayor parte del movimiento se localiza en las caderas, los músculos abdominales y la pelvis. Se basa en la disociación de movimientos, aprendiendo a aislar las distintas partes del cuerpo para crear distintas figuras y ritmos, que más tarde pueden ser combinados para construir diversas composiciones. 

Los brazos y las manos son un elemento vital en esta danza a través de estos  podemos transmitir diversos mensajes y reflejar distintas emociones. 

La danza oriental desarrolla las posibilidades expresivas del cuerpo, de manera sutil y suave; no venciéndolo, sino pidiéndole su colaboración, lo cual genera un sentimiento de satisfacción y equilibrio. 



v  Beneficios de la danza oriental 

Muchos son los beneficios que se atribuyen a la práctica de este tipo de danza, tanto en el plano físico como en el mental. 

--Postura básica saludable: la postura que se adopta para bailar la danza oriental estira y relaja la tensión de la espalda y fortalece sus músculos, por lo que su práctica de manera habitual evita padecer problemas de espalda.  Esta postura es muy natural y saludable para todas las partes del cuerpo, por lo que permite practicar la danza sea cual sea la edad.

--Beneficios cardiovasculares: los movimientos rápidos, como la vibración de caderas, favorecen el sistema cardiovascular, mejoran la circulación y quema calorías. La danza oriental combina ejercicios aislados con desplazamientos en el espacio, variando la velocidad y el ritmo, lo que se traduce en un ejercicio aeróbico sin esfuerzos bruscos, aliviando la rigidez y el dolor de las articulaciones, por lo que es un método ideal para mejorar la forma física de manera suave y divertida.

--Trabajo muscular específico: al practicar la danza oriental se estiran y fortalecen simultáneamente grupos musculares opuestos. Se tonifican todos los músculos de los brazos, incluida la parte inferior de los mismos, aumenta la flexibilidad de los hombros y reducen la rigidez de la parte superior de la espalda. El abdomen se fortalece y la columna vertebral aumenta su fuerza y flexibilidad. Se fortalece la musculatura y se moldea la figura sin esfuerzos bruscos, por lo que está indicada para cualquier persona, sea cual sea su edad y condiciones físicas.

--Aislamiento muscular: Mientras se mueve una serie de músculos, los demás grupos musculares permanecen en reposo. Esta técnica no solo permite trabajar intensivamente una serie de músculos específicos, fortaleciéndolos y tonificándolos, sino que también dirige toda su atención sobre la parte del cuerpo que se encuentra en movimiento. Así mismo permite el desbloqueo, la fluidez, la coordinación y la eliminación de los conocidos nudos de tensión.

--Activación de órganos internos: en los orígenes de la danza oriental, las mujeres aprendían técnicas de ondulación del vientre como preparación para el parto. Este trabajo mejora el tránsito intestinal y reduce los dolores menstruales. 

--Control de peso y conformidad con el cuerpo: no solo porque la danza quema calorías, sino también porque activa el metabolismo. Así mismo, cambia la imagen de una misma y se toma conciencia de la feminidad, reflejándose en la postura y en el lenguaje corporal.

--Relajación y reducción del estrés: la danza oriental relaja tanto la mente como el cuerpo porque requiere relajación y concentración, como una meditación en movimiento

--Terapia mental: al entrar en contacto con el cuerpo, a partir de las manifestaciones de expresión corporal, se produce un desbloqueo psicológico, que contribuye al despertar del amor propio. Es por ello que su práctica regular ayuda con el tiempo a vencer inhibiciones y a aceptar nuestro cuerpo tal y como es. 

--Íntima conexión entre el cuerpo y la mente: una situación de perfecto equilibrio.   La danza oriental permite conectar con el propio cuerpo y desarrollar las posibilidades expresivas de la persona. En el caso de la mujer, esta danza le acerca a tomar conciencia de su feminidad y fuerza. Manifiesta un profundo sentimiento de comunicación interior a través de la música y el movimiento, del que resulta un encuentro que la bailarina tiene con los demás, pero sobre todo, consigo misma. 

--Logro personal: El cuerpo agradece nuevos desafíos físicos y reacciona fortaleciéndose, al mismo tiempo la mente se activa y genera una actitud de superación y optimismo.  

--Ayuda a mejorar la comunicación: el bailar con otros, o el sólo hecho de compartir un espacio donde se utilice este lenguaje corporal, hace que nos desinhibamos y creemos lazos con nuestros compañeros, muy diferentes a los que se crean fuera de ese ámbito.

En resumen, esta danza no sólo nos reporta los beneficios antes descritos, tan significativos para el cuerpo y la mente, también es una terapia para el alma, una invitación a redescubrirnos como mujeres y a crear un vínculo más sólido con nosotras mismas.

miércoles, 27 de junio de 2018

Sobre la importancia de preservar nuestra autenticidad


Escribe Melina D. / Profesora de Yoga

Todos somos únicos, sin excepción. Aunque reconozcamos rasgos, tangibles e intangibles que forman parte de nuestra idiosincrasia compartida, cada cual emana un perfume único e inconfundible.

Podemos inclinarnos hacia ciertos referentes que nos nutran, nos enseñen y nos inspiren. Pero más importante aún es, desde mi propio criterio, dejar que la propia voz se exprese. Sólo así aquello que hagamos llevará impreso un sello propio, único, incomparable e irrepetible, y será por ende GENUINO.

Ser auténtico es reconocer y honrar tu propia valía, y paradójicamente, en el momento en que empiezas a reconocerte como un ser auténtico, te abres a descubrir y potenciar tus capacidades creativas innatas.

Aceptar tu autenticidad es evocar a la fuente inagotable de creatividad, disponible siempre para ti; es darle permiso para que fluya hacia todos los ámbitos de tu vida, siendo tu aliciente y a la vez tu soporte para que sigas dando más de ti al mundo, confiando que lo que das tiene un valor incalculable, puesto que brota del corazón.

Desde luego, habrá quienes se sientan atraídos y endulzados por tu perfume. Y habrá quienes no.  Pero lo más bonito es saber que aquello que hagamos o demos desde una fidelidad profunda hacia nuestras capacidades llevará implícito un éxito personal, que es habernos mantenido honestos con nosotros mismos.

domingo, 6 de mayo de 2018

Citas inspiradoras.- ¿Meditación es concentración? (Parte II)


Citas inspiradoras.- ¿Meditación es concentración? (Parte II).

BKS IYENGAR – “EL ÁRBOL DEL YOGA”


“Al practicar una postura de yoga, ¿somos capaces de hallar el delicado equilibrio entre llevar la postura a su máxima extensión y llevarla más allá de ese punto, haciendo que el esfuerzo excesivo cree una tensión incorrecta en el cuerpo?

Cuando estiramos demasiado en algún punto para conseguir el movimiento óptimo, ¿nos hemos dado cuenta de que al mismo tiempo estamos prestando muy poca atención a otras partes del cuerpo?

(…) Podemos perder los beneficios de lo que estamos haciendo por concentrar demasiada atención parcial en intentar perfeccionar la postura. ¿En qué nos estamos centrando? Intentamos perfeccionar la postura, pero ¿desde dónde hasta dónde? Es ahí donde el asunto se vuelve difícil.

Centrarse en un punto es concentración. Centrarse en todos los puntos al mismo tiempo es meditación.




 La meditación es centrífuga al mismo tiempo que centrípeta. En la concentración, queremos centrarnos en un punto, y los otros puntos pierden su potencial. Pero si expandimos la concentración desde la parte extendida a las restantes partes del cuerpo sin perder la concentración sobre la parte extendida, no perdemos la acción interna ni la expresión externa de la postura, y eso nos enseña lo que es la meditación.

La concentración tiene un punto de enfoque; la meditación no tiene punto alguno. Ese es el secreto. En la concentración, es probable que nos olvidemos de algunas partes del cuerpo al centrar la atención en otras. Por eso ciertas partes del cuerpo no duelen. La razón es que los músculos desatendidos pierden su potencia y se caen. Sin embargo, no nos damos cuenta de que los estamos dejando caer, porque se trata precisamente de los músculos en los que hemos perdido momentáneamente la percepción consciente."






martes, 3 de abril de 2018

Citas Inspiradoras - ¿Meditación es Concentración?


¿Es la meditación concentración?


Extracto del libro “COMPASIÓN”, de Osho.

<<Una meditación que te conduce a una concentración profunda no es correcta. (…) En vez de ir abriéndote, te irá cerrando cada vez más. Si vas reduciendo tu conciencia, concentrándote en algo y excluyendo al resto de la existencia, si te centras solamente en una cosa, cada vez habrá más tensión dentro de ti. De ahí la palabra “atención”. Significa “entensión”.

La concentración tiene su utilidad pero no es meditación. (…) Un buda no es un hombre de concentración, sino un hombre de conocimiento. No ha intentado estrechar su conciencia, al contrario, ha intentado eliminar todas las barreras para estar totalmente abierto a la existencia. Observa… la existencia es simultanea. Estoy hablando aquí y a la vez está sonando el ruido del tráfico, el tren, los pájaros, el viento que sopla en los arboles, y en este momento converge toda la existencia. Tú me escuchas, yo te escucho, y a la vez están sucediendo millones de cosas; la existencia es inmensamente rica.

La concentración te centra en una cosa pero pagas un precio muy alto: te descarta el 99% restante de la vida. Cuando estas resolviendo un problema de matemáticas no puedes escuchar a los pájaros porque se convertirían en una distracción. Los niños que juegan alrededor y los perros que ladran en la calle son una distracción. Gracias a la concentración la gente ha intentado escapar de la vida; ir al Himalaya, a una cueva, permanecer aislado para así poder concentrarse en Dios. Pero Dios no es un objeto. Dios es la existencia al completo, es este momento; Dios es la totalidad.

(…)Para conocer la totalidad debes tener una conciencia que esté abierta por todos los lados y no esté limitada, que no mire desde una ventana, si no, el marco de la ventana se convertirá en el marco de la existencia. La meditación es estar sencillamente bajo el sol al cielo raso. La meditación no tiene marcos, no es una ventana ni una puerta. La meditación no es concentración ni atención, la meditación es conciencia.

(…) La meditación es relajación. Simplemente te relajas en ti mismo. Cuanto más te relajas, más abierto te sientes, y más vulnerable. Estas menos rígido, más flexible y, de repente, la existencia empieza a penetrarte. Ya no eres como una piedra sino que tienes ranuras. Relajación significa dejarte llevar a un estado en el que no haces nada, porque si haces algo, seguirá habiendo tensión. Es un estado de no acción.

(…) Relájate, cierra los ojos y escucha todo lo que ocurre a tu alrededor. No sientas que algo te esta distrayendo; en el momento que sientes que algo te distrae, estas negando lo divino. Ahora ha llegado hasta ti como si fuese un pájaro. ¡No lo rechaces! En el momento siguiente puede hacerlo en forma de un perro que ladra, un niño que llora y grita o un loco que se ríe. No lo niegues, no lo rechaces.

Acéptalo, porque cada vez que rechazas algo te estás tensando. (…) Acepta todo lo que esté sucediendo a tu alrededor, deja que sea un todo orgánico. Aunque no lo sepas, todo está interrelacionado. Esos pájaros, esos árboles, ese cielo, este sol, esta tierra, tu, yo… todo está relacionado. Es una unidad orgánica. Si desaparece el sol, desaparecerán los árboles y los pájaros; si desaparecen los pájaros y los árboles, desaparecerás tú; no seguirás existiendo. (…)Todo está íntimamente relacionado con lo demás. De manera que no niegues nada, porque en el momento que niegas, estás negando algo tuyo. Si niegas a esos pájaros que cantan, estás negando algo de ti.

Cuando niegas, cuando rechazas, cuando estás distraído o enfadado, estás rechazando algo tuyo. Escucha de nuevo a los pájaros sin ninguna sensación de distracción ni de enfado, y súbitamente verás que el pájaro que hay en tu interior responde. Entonces, esos pájaros no son extraños o intrusos, sino que toda la existencia se vuelve una familia.>>